miércoles, 22 de octubre de 2008

Restaurar una Sanglas




Quizá alguien de los que lea este post tenga la tentación de ponerse manos a la obra y restaurar una moto, Sanglas o cualquier otra marca. Y o bien no tienen conocimientos de mecánica, o bien piensan que el desembolso de dinero va a ser enorme. Me gustaría daros mi opinión al respecto y dejar unas cuantas cosas claras contando tanto lo que me ha ido bien, como donde he metido la pata. Después cada cual que elija su camino.

Primero debemos plantearnos qué moto queremos y para qué la vamos a usar, restaurar una Vespa puede ser tan caro como una BMW. Seguramente sea más sencillo, para el que sepa, pero para el que tenga que preguntarlo todo, o estudiárselo, tanto esfuerzo requiere una como otra.

Una vez elegido el modelo de nuestros amores, debemos plantearnos un sitio donde realizar la tarea, o al menos donde dejar la moto mientras la desarmamos y la volvemos a montar. Aquí cada uno también debe plantearse el incordio al resto de usuarios del sitio, aunque sea familia. Pues seguro que alargáis más de lo deseado el proceso.

Uno de los episodios más importante es la compra de la paciente. Para mi hay unas cuantas que debemos tener en cuenta:

Cualquier vehículo debe estar documentado para poder circular, la documentación consta de dos papeles: La ficha técnica, y el permiso de circulación.

La ficha técnica es el documento que relaciona las características del vehículo, fecha de fabricación, tamaño, peso, número de ejes, medida de los neumáticos, tipo de motor y número de cilíndros, potencia, número de plazas, equipamiento homologado para el vehículo y el número de chasis. También se utiliza para sellar la ITV.

El permiso de circulación, donde indica el propietario del vehículo y sus datos.

Si vuestro "proyecto de restauración" es una moto de trial o cross, dado que se fabricaron para uso deportivo y no para circular, no tendrán el permiso, pero deberían tener una hoja de características.

Si vuestra intención es dejar decorando la moto en alguna parte de vuestra casa o museo, tal vez la documentación no sea tan importante, pero si lo que queréis es circular con ella o participar en eventos y reuniones de clásicas, debéis buscar una moto con documentación, o al menos con lo siguiente:

Ficha técnica y permiso de circulación. A nombre del que vende.

Cualquier otra cosa debe haceros sospechar, me explico, una moto con matrícula es solo eso, no es una moto documentada. Con la matrícula podemos iniciar un proceso que pasa por pedir un historial del vehículo, localizar al propietario, solicitarle un contrato de compra venta, requerir un duplicado del permiso de circulación y cambiarla de nombre.

Cualquier fallo en el anterior proceso dejará nuestras ilusiones en un chasco.

La ITV es necesaria para cambiar un vehículo de nombre, podemos encontrar motos con la ITV caducada, o sin haberla pasado nunca, lógicamente si nuestra intención es restaurarla, puede que se encuentre en un estado en el que no pueda pasar la ITV.
Tráfico nos permite cambiar de nombre el vehículo, y luego presentar la ficha técnica con la ITV en vigor con lo que recuperaríamos el permiso de circulación que tráfico habría retenido al hacer la transferencia.

Lo mismo ocurre con las motos que indican, "con informe de tráfico", "documentación perdida" y cosas parecidas, si no lo tenéis claro no la compréis ni déis señal por ella, podéis encontraros con un buen lio después.

Seguimos el proceso de restauración y aún no nos hemos manchado de grasa.

En cuanto al modelo a elegir, las posibilidades en gustos y capacidad económica puede variar tanto que no me atrevo a dar pautas. Será más fácil restaurar una moto de las que haya habido a montones, pues habrá piezas para sustituir las que nos haga falta, una moto más exclusiva, puede ser una gozada y recibir muchas admiraciones en las concentraciones pero nos costará tener repuesto si es que lo hay. De todas formas y si ese es vuestro objetivo, se puede fabricar todo, en torneros e industrias especializadas, pero disparamos el coste de la restauración.

Supongamos por fin que tenemos la moto. ¿qué proceso debemos seguir?

Para dejar una moto como nueva tendremos que revisar o rehacer el motor, la parte eléctrica, la parte ciclo y la estética.

Tal vez esta última sea la más llamativa y con la que ganará más la moto, pero las primeras son las importantes para que la moto circule con seguridad, no importa el orden que elijáis, pero hay que pasar por todo.

Necesitaremos herramientas, al menos un juego básico de ellas, por lo menos:

Llaves inglesas de distintos tamaños, a veces hacen falta dos de la misma medida.
Destornilladores de punta plana y philips.
Llave de bujía.
Alicates.
Llaves allen.

Con esto podemos armar y desarmar caulquier moto antigua, obviamente un juego de carracas grande y pequeña con vasos de hasta el 32, y herramientas específicas nos facilitarán el trabajo, pero la herramienta se puede comprar poco a poco a medida que veamos que nos hace falta.


POR DÓNDE EMPEZAR


Cuando compramos una moto, esta puede encontrarse en distintos estados, este era el de la mía





Lo primero que a mi me gusta hacer es limpiar la moto, hay varios métodos, el agua y jabón son siempre de gran ayuda pero no siempre son suficientes. Podemos usar una hidrolavadora, con la que quitaremos más porquería, pero hay que tener cuidado con las superficies pintadas y con los posibles orificios del motor en los que se nos puede colar el agua.

El mejor sistema que he encontrado es el uso de algún aceite tipo 3 en 1, dejarlo actuar y limpiar con trapos, este sistema además de ir quitando parte del óxido y de quitar toda la porquería acumulada, va aceitendo los tornillos y tuercas lo que nos facilitará el desmontaje.

Antes de empezar a desmontar, deberíamos sopesar las averías claramente visibles, poner en orden los trabajos a realizar y preparar el espacio para dejar las piezas y tornillos que iremos desmontando.

Un manual de la moto o un despiece de la misma nos ayudará a ir identificando y clasificando todas las piezas



















Poco a poco iremos quitando elementos a la moto hasta dejarla desmontada del todo.













A la hora de desmontar es mejor no tener prisa e ir desmontando más que quitando, muchos componentes nos servirán después, por ejemplo el sistema eléctrico, mejor no cortar cables de forma indiscriminada, asímismo y con la ayuda de una camara digital, iremos haciendo ftos del proceso y tomando detalles que nos serán útiles a la hora de montar, puede que pase mucho tiempo entre desmontaje y montaje así que mejor no dejar cosas a la memoria.


Una vez la moto está totalmente desmontada y sus piezas clasificadas, es hora de organizar el trabajo. Habrá piezas que tendremos que pintar, cromar, desoxidar, o sustituir.


Este proceso puede llevar un orden, o bien se va haciendo según se puede y las circunstancias lo permiten, para después montarlo todo. Las reparaciones mecánicas puede que sean lo más entretenido, y las eléctricas las que más quebraderos de cabeza nos den, en mi experiencia, es preferible cambiarlo casi todo a nuevo, pues nos evitamos fallos posteriores.


Comencemos con la pintura:


Hay varios tipos de pintura para motos y distintas formas de aplicarla. Desde la brocha y el pincel, hasta la cabina de pintura hay muchos pasos, y deberemos elegir aquel que nos de el acabado deseado dentro del presupuesto posible.


Si os lo podéis permitir, llevad las piezas a un profesional de pintura, este os dejará las piezas como nuevas, eso sí, deberéis discutir los tonos de la pintura primero y elegir bien el color del acabado, pues por lo general los tonos modernos no son exactamente los que se usaban antes. Como hay una gran oferta de colores, seguro que encontráis uno igual al que queréis. o por lo menos muy parecido, y podéis hacer alguna prueba en piezas desechadas o en partes de la moto que luego no se vayan a ver, como debajo del depósito.





Si os decidís a pintar vosotros mismos, el proceso de elección de color es idéntico. Si pintáis con pistola que os indiquen las proporciones de pintura y disolvente en la tienda para hacer la mezcla.


Hay otra opción, que son los spray de colores, tienen la ventaja de que con solo el bote ya pintas, las desventajas son que los colores no son tan duraderos ni resistentes a la gasolina y con el tiempo, la pieza se echa a perder.





Por último, el uso de brochas y pinceles, pese a que hay pinturas que una vez aplicadas forman una capa y no se notan las pasadas, lo más normal es que se noten nuestras manos y que el acabado no sea el deseado, aunque para ciertas zonas como bajos de motor, en las que lapintura ya es granulada para proteger de la humedad, importará poco que se noten las pinceladas. A veces es necesario usar pinceles especiales para dibujar contornos o hacer filetes en las piezas, para esto hay que tener además un pulso y un arte especial, veremos como hacer filetes sin ser tan artista.


Supongamos que queremos pintar un depósito, puede ser este:














Lo primero será limpiarlo y secarlo bien, toda la grasa nos evitará que cualquier tratamiento agarre, nos fatidiará las lijas e iremos dejando huellas por todos sitios,y el acabado será una chapuza, no somos profesionales pero queremos dar el mejor acabado posible.


Una vez limpia la pieza habrá que lijar, el porceso de lijado es necesario, no podemos pintar encima de la pieza sin más, si el estado es suficientemente bueno, mejor dejar el trabajo y disfrutar de la solera de la pieza, si la queremos pintar es que está realmente mal o vamos a cambiar el color, y necesitamos una base donde la pintura coja bien.







Al lijar debemos pensar que toda irregularidad en la superficie se notará aún más cuando pintemos, así que debemos perder el suficiente tiempo en asegurarnos del estado de la pieza. El lijado debe ir de grano más grueso a grano más fino, no es bueno usar un grano que nos deje surcos en las zonas, pero empezar con lija demasiado fina nos eternizará el trabajo, hay que ver y probar, yo prefiero lija al agua.


En los desconchores como los de arriba hay que desbastar el borde de la pintura que quedó sin desconcharse.


Si el daño es muy grave o hay un golpe leve, podemos rellenar la zona con masilla de carrocería. Hay varias calidades, casi todas excelentes, unas son de relleno y otras de acabado, estas últimas dejan una superficie más fina y sin poros que se notarán al pintar.




La masilla viene en dos componentes que hay que mezclar, las proporciones vienen en el mismo envase, se hace una mezcla homogénea y se aplica con espátula, o algo plano y flexible. No podemos preparar demasiada cantidad de masilla, pues fragua en poco tiempo de 4 a 6 minutos y pasado ese tiempo no se puede trabajar bien con ella. Al aplicarla debemos pensar que todo el sobrante lo deberemos quitar a base de lija, así que no os paséis pues luego hay que lijar mucho.


Una vez seca la masilla, la lijaremos con lija de agua fina evitando dejar montañas y mirando la pieza desde varios ángulos para asegurarnos que la zona quede plana.


La primera capa que daremos de pintura será una imprimación, esta pintura tiene varias ventajas, cubre pequeños desperfectos, es fácil de aplicar y proporciona una base excelente para la pintura final, las hay de varios tonos y usos para distintos tipos de pintura, deberemos estar seguros de que es compatible con la pintura a usar.

Después de dar la imprimación y dejarla secar, le daremos un lijado muy muy suave, y daremos la pintura a capas muy finas, es preferible tener que dar tres capas a querer acabar todo de una, pues la acumulación de pintura nos facilitará la aparición de goterones incluso mientras dejamos secar la pintura, así que ante la duda no apliquéis más pintura, dejadlo para la siguiente aplicación.


Cuando el acabado de la capa de pintura sea el que os gusta y no haya zonas "en blanco" ni mates por la falta de pintura, es hora de dar el acabado final, consistente en una o varias capas de barniz-laca, compatible con la pintura.


Esta última capa dará un brillo espectacular a la pieza, protegiendo la pintura de pequeños rayones, al igual que la pintura, es preferible dar varias capas finas.







Durante el proceso de pintado os encontraréis con varios problemas, al no contar con cabinas exentas de polvo ni de viento, tanto al pintar como durante el secado se posarán sobre nuestras piezas recién pintadas motitas de polvo, lo que dejará puntitos indeseados en la pieza. Entre capas los eliminaremos con la lija suave, y al acabar podemos usar un pulimento para carrocerías que nos quitará casi todas las imperfecciones venidas del efecto "viento".







Hay quien no le gusta el aspecto tan brillante de la pieza, para estos casos podemos usar pinturas monocapa, que ya quedan acabadas en brillo, algo más matizado sin necesidad de dar la laca a posteriori.


Incluso hay quien quiere que la pieza brille, pero que la capa de barniz deje sumergido el color de fondo, como si puera una pieza de porcelana. Esto se consigue dando la capa de barniz sobre una pintura lijada, completamente mate, habremos eliminado entonces el brillo de la propia pintura y serán las capas de barniz las que den brillo a la pieza.


Tal vez nuestra pieza deba llevar alguna línea decorativa, un filete, para eso existen pinceles llamados de babosa que facilitan la labor, pero yo no tengo tanto pulso ni ganas de estropear piezas en las que ya he trabajado un montón así que hago los filetes de otra forma.







Primero pinto una zona con el color del filete, asegurándome que la zona del filete está bien rellena de color. Luego pego una cinta de perfilado justo por donde quiero que vaya el filete y pinto encma con el color de la pieza.




Una vez seca la pintura retiro la cinta, aparece entonces el filete, repaso a mano los pequeños fallos que se producen en las curvas o por que la cinta se despega un poco, estas cosas pasan..



Por último se le da la capa de barniz que protegerá ambos colores y ya tenemos pieza fileteada.




Llegó la hora de montar

Supongamos que ya tenemos pintada la moto, y todas las piezas limpias, cromadas, pulidas o como las queramos dejar, empezamos a montar el puzzle.




Hay unas cuantas cosas que debemos tener en cuenta. Cuando montamos un mecanismo, que eso es un vehículo, hay que prestar especial atención a que el mecanismo funcione. Me explico, algunas de las piezas montadas deberán estar en posición y no moverse, otras deberán moverse con unos grados de libertad, y para que la moto vaya bien y sea segura tanto unas como otras deben cumplir su función perfectamente.




Así, no debemos escatimar en ferretería a la hora de poner arandelas entre tornillos, tuercas y chapas, evitarán que las tuercas se nos suelten con las vibraciones, o bien lleven a la rotura las chapas. En algún caso habrá que poner arandelas especiales tipo grower (partidas), o tuercas con freno. Es bueno darse un paseo por páginas de mecánica y ver qué función tiene cada tipo de ellas.




En otros casos el mecanismo rueda apoyado en unos rodamientos, estos tendrán casi la misma edad de la moto y ningún mantenimiento, es nuestra oportunidad de cambiarlos y quitarnos rozamientos indeseados. Lo mismo ocurre con retenes de grasa o aceite, tubos de conducción de aceite, agua en el caso que hubiese, latiguillos de freno... de los cables y conexiones hablaremos más adelante.




A la hora de trabajar con tornillos, debemos ser conscientes de que estos están fabricados con una tolerancia al trabajo a realizar, por eso se usan de distintos tipos, materiales y precios según el lugar donde trabajen, cambiarlos de forma caprichosa nos puede llevar a roturas indeseadas.




Por el mismo motivo, a la hora de apretar, no debemos hacerlo tanto como seamos capaces, sino ajustarnos a la tabla de apriete del modelo a restaurar, si es que existe, o bien acoplarnos a la tabla de aprietes del fabricante del tornillo. Esto es más sencillo pues al ajustarse a normas de homologación internacionales, con mirar las marcas que lleva el tornillo, podemos saber hasta dónde podemos forzarlo sin que falle.



De todas formas, sin tener que usar la tabla a cada apriete, en casi todos los usos del tornillo en la moto podemos apretar sin temor a romper dejando la pieza suficientemente sujeta y al cabo de unos quilómetros darle un repaso a todos los tornillos. De este saco podéis sacar los tornillos del motor, sistemas de freno, ejes de ruedas..., acordaros de las partes móviles.




Otra cosa a tener en cuenta a la hora de montar es que en ocasiones, para que una pieza entre en otra hay que usar o bien herramientas especiales, caso de las válvulas, o bien calor, o bien grasa o aceite para que el tránsito hacia el lugar adecuado sea suave y no dañe otras partes de la moto.




Es ahora cuando vamos a tener que aprender también a usar las herramientas de forma que cuando no tengamos la llave que llegue al sitio donde queremos llegar, adaptar las herramientas que tenemos para poder hacer el trabajo. Y tendremos que acordarnos de Arquímedes(el del siglo IIIa.c.) y su palanca más de una vez.

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